Tras 36 años de servicio, la central térmica de Endesa en Carboneras se desconectó el 16 de diciembre, dejando vía libre para su desmantelamiento, que se prolongará durante 4 años.
En realidad, el desguace de la planta comenzó el pasado 1 de diciembre. 45 trabajadores ya estaban desmontando el Grupo 1, sin embargo, hasta que llegó la autorización para clausurar definitivamente el Grupo 2, no se pudo desenchufar la central de la red general.
Aunque la térmica contaba con 162 empleados el día en que se determinó su cierre, durante las casi cuatro décadas que ha estado en funcionamiento han pasado algo más de un millar de trabajadores por su nómina.